De la euforia del triunfo a la exigencia ciudadana
De la euforia del triunfo a la exigencia ciudadana
A partir del1 de julio, hubo un cambio de paradigma en el país, como también es imposible no mencionar que llegó para el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el momento de cumplir lo que se prometió en su campaña política, por lo que los ciudadanos se mantendrán vigilantes de que así sea, para que las expectativas que generó su contundente triunfo en las urnas, se convierta en beneficios para la población.
El tema de temas será la seguridad pública, el cumplir con esas promesas de dar tranquilidad y paz social a las familias de cada mexicano que votó y eligió la opción que consideró mejor. Observaremos si los Presidentes Municipales y cabildos, recién elegidos, son capaces de darnos esa seguridad a la que tenemos derecho; si los diputados escogidos pueden crear la normatividad para sostener este preciado bien y si el Ejecutivo federal tiene la capacidad para combatir y acabar con el crimen organizado, que no solo es el narcotráfico.
Es el momento de exigir que los nuevos titulares del Ejecutivo federal, estatales y municipales, recién electos, piensen en el bien común y no en el particular. Se acabó la lucha de partidos e inicia el cumplimiento de obligaciones; recordemos que la seguridad pública es una función de los tres órdenes de gobierno y al estar inmersa en nuestra Carta Magna se convierte en un derecho inalienable de cada mexicano.
También llegó el momento de buenas decisiones, de nombrar titulares de las corporaciones, policiales y de protección civil, a expertos en el tema que probadamente honestos, con verdadero sentido de pertenencía a la función pública y a la noble labor de otorgar seguridad a la ciudadanía; por favor, no improvisados o compromisos políticos, no compadrazgos o amiguísimos, la seguridad pública y protección civil son temas de vida y no una chamba más.
Insistiré, estimados lectores, en que la centralización del mando policiaco no es conveniente; debe darse a cada policía la libertad de actuar según las circunstancias e ideosincracia del lugar en el que realizan su labor; en que los cuerpos de seguridad pública municipales son la policia de proximidad y sobre todo un elemento importante para el control social y por ende con el respeto y la admiración que les tengo, las fuerzas armadas deben regresar a sus cuarteles y dedicarse a lo que es su obligación la seguridad nacional y no la seguridad pública. Cada elemento del Estado debe cumplir con su rol, los ciudadanos con el respeto a los valores éticos, cívicos y sociales. El Estado con la obligación de mantener la paz y la seguridad en todo el territorio nacional.
Por cierto, el mando único no existe, ya que no se ha reformado la Constitución mexicana y la responsabilidad sobre los cuerpos de seguridad sigue siendo de los tres niveles de gobierno.