***ENTRE LÍNEAS: Año decisivo
***ENTRE LÍNEAS: Año decisivo
Los alcaldes y alcaldesas del Estado de México, cumplieron su primer año de gestión el pasado 1 de enero y al día siguiente, entraron en la segunda etapa de sus respectivas administraciones, en un contexto en que como ocurre en toda actividad humana, el tiempo se va como agua entre los dedos.
El segundo año de gobierno de suyo ya es el decisivo para que se comience a notar quiénes habrán de ser capaces de refrendar la confianza ciudadana en las elecciones del próximo año y los que se quedarán en la orilla, por no haber podido demostrar que su proyecto valía la pena, como para dar a la gente las respuestas esperadas a sus demandas.
Y es que el reloj político avanza demasiado rápido, cuánto hace que eran los días de campaña en busca de las presidencias municipales, parece que fue ayer, pero lo cierto es que en la primera semana del pasado mes de diciembre, así de pronto y como en un abrir y cerrar de ojos, los alcaldes y alcaldesas rindieron sus primeros informes de gobierno.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador salió airoso en la calificación ciudadana a su gobierno, donde las últimas encuestas lo colocan con un 72 por ciento de aprobación, a nivel de los municipios el panorama no necesariamente es una copia al carbón, puesto que los alcaldes morenistas están en veremos, al igual que los de los otros partidos, rumbo a lo que vendrá en los próximos comicios.
No hay nada para nadie, porque la ciudadanía califica las acciones o la falta de ellas en sus propias comunidades, así que no existen ventajas en automático y el resultado del veredicto ciudadano en 2021 es de pronóstico reservado.
Pero si los actuales gobernantes quieren salir bien librados, lo fundamental es que metan a fondo el acelerador en el segundo año de gestión, que completen lo que no terminaron en la primera fase por diversos motivos, que porque les dejaron herencias “malditas”, que por la falta de presupuesto, etc.
En el segundo año ya no hay excusa que valga, aunque algunos como el alcalde panista de Huixquilucan Enrique Vargas, parecen ir en caballo de hacienda para que la población vuelva a confiar en Acción Nacional, toda vez que es el presidente municipal mejor calificado del Edoméx.
En tanto, la alcaldesa morenista de Naucalpan Patricia Durán Reveles, así como la de Atizapán, Ruth Olvera Nieto, demostraron en el primer año de gestión que tienen capacidad para gobernar, esto independientemente de que también fueron objeto de diversos cuestionamientos.
El alcalde de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, tiene muy claro que la Cuarta Transformación tiene que echar raíces y profundizarse en la tierra de en medio, ya que de lo contrario estaría de regreso el “PRIAN”.
Al edil tlalnepantlense se le ha visto enjudioso y comprometido con los ciudadanos a los que gobierna, pero prefiere no confiarse por aquello de que “del plato a la boca, a veces se cae la sopa.”
Nada está escrito, salvo que el segundo año de gobierno es crucial para las intenciones de que quienes gobiernan hoy, a fin de que sostengan a sus institutos políticos en el poder, porque el tercer año ya resulta de trámite y se sabe de antemano la tendencia y el sentir ciudadano.
Las encuestas comienzan a esbozar el sentido del voto de la gente, porque ya se tiene identificado quién trabaja bien y cumple y quién sólo prometió cosas en campaña que no cumplió.
