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Columna LA ENTREVISTA en campaña Continua cerrada la contienda electoral por la gubernatura del Edomex; Del Mazo aventaja

Por Ramón VAZQUEZ R.

En la disputa por la gubernatura mexiquense, justo a la mitad de las campañas, el balance de las actividades proselitistas que llevan a cabo los candidatos permite anticipar que pese a todo, una vez más saldrá el ganador de entre el PRI, sus aliados y la izquierda.

En 2011, cuando compitieron por el tricolor Eruviel Ávila, por el PAN Luis Felipe Bravo Mena y por la coalición de las izquierdas Alejandro Encinas Rodríguez, al principio parecía que la elección estaba puesta para que el Revolucionario Institucional tuviera una holgada y contundente victoria: Y así fue.

Del candidato del PAN se esperaba mucho más y por el resultado que había logrado ese partido con José Luis Durán Reveles, quien le peleó voto a voto y municipio a municipio a Arturo Montiel la gubernatura y por el antecedente de la ventaja inicial de Rubén Mendoza Ayala, ante Enrique Peña Nieto, lo lógico parecía que Acción Nacional se colocara como la verdadera oposición que podía hacer palidecer al PRI.

Sin embargo, la tendencia del PAN fue cada vez más a la baja y ello tiene un impacto directo en las aspiraciones de Josefina Vázquez Mota, quien pese a que plantea propuestas interesantes para mejorar la entidad mexiquense, no prende lo suficiente en el ánimo de los potenciales electores, ni tampoco ha tenido un relanzamiento de su campaña, como en su momento si lo hubo con Bravo Mena, por ello, urge una nueva estrategia para posicionar a la abanderada albiazul.

El decaimiento del PAN y el crecimiento de morena, han desembocado en que nuevamente la izquierda se coloque en una posición relevante, ya que a Delfina Gómez Álvarez, su candidata, por mal que le vaya, sacaría el segundo lugar, con una cantidad muy grande de votos, que serán un insumo fundamental para la elección del 2018 y para AMLO.

No hay que olvidar que en 2011, Alejandro Encinas fue considerado un candidato de alto nivel, hay quienes mencionan que era el que mejores propuestas tenía para el Edoméx y pese a su derrota frente a Eruviel Ávila, dejó un grato sabor de boca entre los ciudadanos de la entidad.

El Partido Revolucionario Institucional, ha venido a menos debido a la complicada administración del presidente Enrique Peña Nieto, quien encabeza un gobierno cuestionado, desgastado y con una desaprobación ciudadana que crece todos los días.

Y sin embargo, el tricolor se la juega con Alfredo Del Mazo Maza, quien con todo y el reto que tiene frente a sí para evitar que el PRI deje de gobernar el Estado de México y ello implique una estocada de muerte para su partido en la jornada electoral del próximo año, se sostiene como un candidato competitivo, que si bien la victoria no la trae en la bolsa como sus antecesores, puede resultar ganador si sigue empujando fuerte rumbo al 4 de junio, como lo ha hecho hasta ahora con propuestas que generarán bienestar para los mexiquenses y no con descalificaciones que es el pan de cada día de sus adversarios políticos.

El priísmo mexiquense y nacional saben perfectamente que la elección del Estado de México, es de vida o muerte para su partido, por lo que han cerrado filas en torno a Del Mazo y no paran de apoyarlo, ya que según las encuestas realizadas Del Mazo tiene 5 puntos porcentuales en aceptación electoral, arriba de su más cercada adversaria que es Delfina Gómez, encuesta medida después del primer debate.

A la mitad de esta contienda y debajo de morena, del PRI, así como del PAN se encuentra el abanderado del PRD Juan Zepeda Hernández, quien ha sido la sorpresa de esta campaña, mismo que por su sencillez y carisma, levanta simpatías, sobre todo entre los jóvenes quienes prefieren las redes sociales que la televisión para informarse.

Y debido a la seguridad que demuestra en su persona y en la manera de desenvolverse, Zepeda va escalando puntos en las intenciones de voto, a diferencia de Vázquez Mota, cuya campaña va cuesta abajo y no se alcanza a distinguir un recodo que le permita repuntar. El ex alcalde de Nezahualcóyotl, incluso, podría desplazar a Josefina en intenciones de voto.

Aunque la posibilidad de una alianza de facto entre los partidos de izquierda no se ha descartado, parece alejarse porque Juan Zepeda ya dejó en claro que no declinará sus aspiraciones ni menos su candidatura a favor de la morenista Delfina Gómez y promete que se “morirá en la raya”, mientras que la abanderada del partido fundado por López Obrador observa la importancia del voto útil y llama a la población a no desperdiciar su sufragio e invita a los ciudadanos y a gente de todos los partidos a que se sumen a su proyecto.

El candidato del Partido del Trabajo (PT), Oscar González Yáñez, dados los problemas registrados en ese instituto político que había sido declarado “médicamente” muerto, se alcanza a vislumbrar que aunque la mayoría de mexiquenses no piensa votar por él, sí le será suficiente el sufragio que reciba para conservar el registro de su partido, y es muy probable que González Yáñez, logre no sólo eso sino que rebase lo anterior y haga un “colchoncito”, lo que le dará oportunidad al PT de posicionarse mejor para siguientes elecciones, ya que sus propuestas han sido bien recibidas por la ciudadanía.

Mientras en 2011 no existió la figura de las candidaturas independientes, en 2017 es una realidad, donde María Teresa Castell, luego de que Isidro Pastor Medrano fuera “bajado,” tras los recorridos que ha efectuado por el Estado de México y por su participación en el debate organizado por el IEEM, será quien capte en las urnas buena parte de la inconformidad de los ciudadanos que no quieren saber nada de los partidos políticos.

La vía independiente cae como anillo al dedo, para los que no veían otro camino que ser parte del abstencionismo y ahora encuentran una forma diferente de participar para castigar a los de siempre, a los que prometen y no cumplen, pero eso sí, se llevan el dinero a manos llenas.

No se espera alta abstención por parte de la ciudadanía, pero tampoco que vayan a las urnas todos los empadronados, porque prevalece la desconfianza en los procesos electorales, en los institutos políticos y en los gobiernos.

Hay que reconocer también, que a los candidatos se les cuestiona de muchas cosas, que si arrastran antecedentes de corrupción, que si les falta experiencia en el servicio público, que si son parientes de alguien muy importante, que si se enganchan en las descalificaciones con sus contrincantes, pero poco se habla de la viabilidad de sus propuestas.

A los abanderados les está faltando ser más explícitos en cuanto a lo que proponen para tener un mejor Estado de México, desglosar con claridad de qué manera sus proyectos pueden volverse realidad, si sus propuestas son respetuosas de la ley o hacen necesario modificarlas para echarlas a andar, para que la gente valore cuáles son realistas y cuáles meros sueños guajiros detrás de los que está el afán de obtener el voto.