COMPROMISO CUMPLIDO: PRIMERO LOS POBRES Por Alfredo Oropeza

 

Tras las inundaciones de las últimas semanas en su tierra natal, Tabasco, por el paso del huracán Eta, que dejó al menos 27 muertos y aproximadamente 180 mil damnificados, el presidente López Obrador aceptó que en el caudal del sistema del Río Grijalva se optó por desviar el agua al río Samaria desde una compuerta de la Conagua, para evitar que la capital del Estado se inundara, lo que afectó a los pueblos más pobres de la entidad: Jalpa, Nacajuca y Centla.

“Se cerró la compuerta y toda el agua de la presa (Peñitas) se fue por el Samaria a la zona baja de Jalpa, Nacajuca, Centla… Desde luego se perjudicó a la gente de Nacajuca, son los chontales, los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión…”, señaló el presidente.

Proféticamente, en su propio edén, el Mesías Tropical cumplió su promesa: “Por el bien de México (en este caso Villa Hermosa), primero los pobres”.

El Gobierno de López, al igual que todos sus antecesores, tras la tragedia, está por presentar un plan de emergencia en Tabasco. Pero el fondo del problema, son las decisiones y políticas erráticas de su propio gobierno de 4Ta. Con la desaparición del Fonden, justificado con el “petate del muerto” de sospechas de corrupción, su gobierno ha sido tardío en la reacción para auxiliar a los más pobres de Tabasco.

Mientras tanto, López sigue apostando a destinar todos los recursos a sus caprichosos megaproyectos, como la refinería de Dos Bocas (también bajo el agua, tras las inundaciones);  y la Conagua tiene menos de la mitad del presupuesto del que contaba en 2015: pasó de más 50 mil millones de pesos a menos de 23 mil millones este año; en tanto, un nuevo huracán está por golpear Centroamérica.

Este no es el único ejemplo de como la 4Te pone en la primera línea de fuego a los más pobres, a aquella población que prometió privilegiar en sus programas de gobierno; pero que sólo los ve como mascotas, a las cuales debe procurarles comida y recordarles por quién votar en 2021.

En su necedad de dar inicio al ciclo escolar 2020-21, el gobierno federal ha tratado de implementar la modalidad de clases a distancia –ya sea en línea o televisión abierta–, donde padres de familia, alumnos y maestros, nos hemos topado con la cruda realidad del modelo de educación en nuestro país: es un desastre.

Madres estresadas, fungiendo de proveedoras del hogar, amas de casa y, además maestras; profesores frustrados por el bajo interés por aprender a la distancia de sus alumnos, principalmente aquellos docentes que han tenido que echarse el clavado a las nuevas tecnologías y que se reconocen analfabetas digitales; y alumnos fastidiados de soportar entre seis o siete horas sentados en una computadora o la televisión, tratando de estar atentos a la clase, acechados por las tentaciones de distraerse con el celular o desertar de su asistencia.

Pero, estos son sólo los privilegiados. En la era de la 4Te, ahora es un privilegio poder estudiar, pues sólo los más aptos y con mejores posibilidades económicas, pueden cumplir con el programa educativo, de cualquier nivel escolar.

De nueva cuenta, los más pobres son los sacrificados por el Gobierno de López Obrador. Dejados a su suerte, sin ser considerados por algún programa de inclusión a las nuevas herramientas tecnológicas, para poder atender las clases en línea.

En esta contingencia, el Gobierno de 4Ta. no ha contemplado ningún plan para dar acceso a internet de manera gratuita, a millones de familias de escasos recursos y que puedan conectarse a alguna red inalámbrica; mucho menos, ha considerado dotarlas (sino de una computadora o laptop) de una Tablet, para que los alumnos que carecen de esta herramienta puedan acceder a las clases en línea y cumplir con sus tareas.

Son millones los alumnos que están limitados para cumplir a la par el programa educativo de este ciclo escolar, victimas de sus carencias. Porque no cuentan con una computadora o tablet, para ingresar a sus clases o, si cuentan con alguna, la tienen que compartir con uno o más hermanos; muchos más no cuentan con wifi en casa y sus padres apenas tienen para cargar el saldo de un celular.

Sin duda, en el Gobierno de López la prioridad son los pobres, a la hora del voto, pero en los hechos y en la práctica, los pobres son los verdaderos relegados y olvidados del desarrollo humano y del bienestar común.