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Demanda candidata independiente que el fiscal anticorrupción no sea resultado de amiguismos

Demanda candidata independiente que el fiscal

anticorrupción no sea resultado de amiguismos

 

por Narciso RODRIGUEZ G.

TOLUCA, México.- La candidata independiente a la gubernatura del Estado de México, María Teresa Castell de Oro Palacios, reconoció el esfuerzo que realizó la 59 Legislatura local para promulgar el Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción; sin embargo, afirmó que éste no es suficiente para erradicar los actos de corrupción que cada año le cuestan millones de pesos a los mexiquenses.

Indicó que, para que haya un avance importante en el combate a la corrupción y a la falta de transparencia en la entidad, se requiere que el nuevo fiscal anticorrupción sea alguien que cuente con el perfil idóneo y que no solo sea elegido por los partidos políticos con base en compadrazgos o cuotas de poder.

Teresa Castell aseveró que, a lo largo de su campaña política, se ha pronunciado a favor de que todos los integrantes del gabinete estatal deben ser ciudadanos que cuenten con el perfil idóneo para ocupar los distintos cargos de la administración estatal y el fiscal anticorrupción no debe ser la excepción, si se desea realmente combatir este mal en la entidad.

Resaltó que si bien la instauración de este sistema a nivel estatal y municipal representa un avance significativo, es importante que también se otorgue confianza a la ciudadanía para que denuncie este tipo de actos por parte de funcionarios públicos y para que se cree una cultura para inhibir que los mexiquenses sean coparticipes de este mal.

Por ello, afirmó que, tras obtener el triunfo el próximo 4 de junio, se creará la Contraloría Ciudadana, la cual se encargará de recibir, investigar y dar seguimiento a las denuncias de la gente, sobre actos de corrupción o de falta de transparencia en la que incurra algún funcionario del gobierno estatal o de las administraciones municipales.

Además, se conformará el gabinete sombra, el cual también estará integrado por ciudadanos, quienes se encargarán de vigilar que nunca más un secretario vuelva a negociar licitaciones o la entrega de contratos fuera de las oficinas públicas o “en lo oscurito” y que jamás se desvíe un solo peso de la administración estatal para un fin diferente para el que fue etiquetado.