Descalificaciones entre los candidatos superó intercambio de ideas
Descalificaciones entre los candidatos superó intercambio de ideas
Se llevó a cabo el primero de dos debates de candidatos a la gubernatura mexiquense, organizado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y como estaba previsto, los abanderados se dedicaron más a atacarse unos a otros, que a poner en primer lugar sus respectivas propuestas, convirtiendo en una batalla campal de todos contra todos, un ejercicio necesario para que el potencial elector se forme un criterio de quién le conviene más para encabezar los destinos de la entidad o tal vez, alcance el efecto contrario, de promover el abstencionismo.
¿Quién ganó el debate? Nadie lo sabe, todos se dan por ganadores. ¿Quién perdió? Los mexiquenses, que escucharon intercambios de descalificaciones por encima de las propuestas, por cierto, a la ligera de los candidatos, quienes dijeron que harán muchas cosas, pero no cómo las volverán realidad. Prometer no empobrece piensa el ciudadano común, cada vez más escéptico ante los políticos.
El debate fue moderado por el periodista Javier Solórzano, quien explicó la mecánica a los candidatos: se tocarían tres temas fundamentales: seguridad y justicia, combate a la corrupción y desarrollo social, con intervenciones de dos minutos y medio para cada uno, además de un minuto de réplica.
Sin embargo, tampoco usaron toda la contundencia que se creía que iban a tener, quizás por estrategia, dejando el “extra”, para el siguiente debate. Las candidatas del PAN y morena, Josefina Vázquez Mota y Delfina Gómez, por momentos se notaban nerviosas, la independiente Teresa Castell repetía lo mismo y no disimulaba que leía un guión (“basta de partidos, vota independiente”). Alfredo Del Mazo, del PRI, Juan Zepeda del PRD, Oscar González del PT lucieron seguros de sí mismos.
Ya entrando en materia, el abanderado del PT Oscar González Yáñez, consideró que el Edoméx es el estado más violento del país y culpó a los gobiernos corruptos de esta situación; propuso que cuando sea gobernador, 38 mil policías que actualmente cuidan tiendas y a los altos funcionarios, se dediquen a proteger a los ciudadanos.
La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, dijo que la gente está harta de los robos y asaltos y condenó que haya jueces y policías que sean cómplices de los delincuentes, la ciudadanía vive con miedo. Sus propuestas fueron que el que la haga la pague y hacer una limpia en la policía.
Juan Zepeda, del PRD calificó la crisis de inseguridad en el Edoméx como la peor en su historia y denunció que los mexiquenses son gobernados por un grupo que ve la seguridad pública, como negocio y propuso aplicar el modelo policial que le permitió como alcalde de Nezahualcóyotl reducir en 63 por ciento los índices delictivos. Dará prioridad como gobernador a municipios como Naucalpan, Ecatepec, Chimalhuacán, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza, entre otros.
Alfredo Del Mazo, del PRI, subrayó que los mexiquenses no tienen por qué acostumbrarse a la inseguridad, por lo que colocará más video cámaras y entregará botones de pánico, fortalecerá la fiscalía estatal para combatir los delitos y creará centros de atención para la mujer. Cuando fue alcalde de Huixquilucan, detalló que la delincuencia bajó en 30 por ciento.
La independiente María Teresa Castell, vio a los ciudadanos mexiquenses ignorados por el gobierno y prometió que de ganar la elección, pondrá la seguridad de la población en manos de expertos “no de estos compadres,” señalando a sus contrincantes.
Delfina Gómez, de morena, observó el tema de los robos como “el PRI de cada día” y denunció el fracaso del gobernador Eruviel Ávila, quien gastó 7 mil millones de pesos en cámaras de video vigilancia, pero la seguridad no mejoró; propuso para seguridad de los usuarios del transporte público, generar una red denominada “RITMO.”
Pero el segundo tema, más que los otros dos, el del combate a la corrupción, fue el que desató los encontronazos, gritos y sombrerazos entre los candidatos y Josefina Vázquez Mota, acusó a Del Mazo de ser el beneficiario de la corrupción a través de las empresas OHL e HIGA y a Delfina Gómez, de haberle quitado lo más sagrado a sus servidores públicos cuando fungió como alcaldesa de Texcoco, al retenerles durante 72 quincenas el 10 por ciento de sus ingresos para darle ese dinero “a su jefe Higinio Martínez.”
Juan Zepeda indicó que la corrupción es un auténtico cáncer que provoca que se vayan 160 mil millones de pesos por la cañería de los actos deshonestos y arremetió contra la morenista Delfina Gómez, al comparar que ésta se dio más de 400 mil pesos de finiquito, mientras que él no se llevó un solo peso al terminar su encargo como presidente municipal.
Alfredo Del Mazo, mostró dos fotografías: una donde Vázquez Mota está con el ex gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington y otra en la que Delfina Gómez aparece con Alfonso Gómez (su sobrino), el primero vinculado con el narcotráfico y el segundo, acusado de secuestro y advirtió que como gobernador eliminará el fuero y dará cárcel a los corruptos.
Oscar González, apuntó que la corrupción es una de las peores lacras en el Estado de México y mostró un documento en el que el Órgano Superior de Fiscalización de la entidad (OSFEM), lo libera de cualquier anomalía, respecto al tiempo que fue alcalde de Metepec, “no tengo cola que me pisen” y en tono sarcástico se dirigió a Del Mazo para expresarle una coincidencia con él sobre este tema: “qué bueno que estás contra la corrupción Alfredo, porque a mí no me va a temblar la mano, la verdadera izquierda meterá a la cárcel a Eruviel Ávila y a Enrique Peña Nieto, por los saqueos que han hecho”.
Delfina Gómez, aseguró que la corrupción es un árbol podrido y la encarna el grupo Atlacomulco, mal por el que se pierden 117 mil millones de pesos; propuso la declaración 3 de 3 obligatoria, fortalecer la transparencia y rendición de cuentas, así como evaluar a los funcionarios en su desempeño, además de la participación ciudadana como vehículo para vigilar a los servidores públicos.
Teresa Castell, culpó de la corrupción a los partidos políticos “a quienes los ciudadanos ya no les creemos” y no los bajaba de mentirosos al hacer promesas contra ese flagelo, por lo que “hay que vigilarlos y atarles las manos.”
Su propuesta fue que haya observatorios ciudadanos para dar seguimiento al trabajo de los funcionarios y crear contralorías ciudadanas, para luchar contra la deshonestidad de los servidores públicos.
La panista Josefina Vázquez Mota, exigió a Del Mazo explicar sus vínculos con OHL e HIGA, pero el priísta le reviró: “Josefina, si alguien tiene sello de corrupción eres tú y acusó a Delfina Gómez de quitarle a los trabajadores de Texcoco 13 millones de pesos para dárselos a su partido.
La candidata de morena, que no había dado respuesta a las imputaciones de sus adversarios, se esperó casi al final del debate, para soltar todo y defenderse: “lo que dicen de ella para mancharla es mentira, pero me acusan porque me tienen miedo, porque saben que vamos muy bien en esta campaña,” y les recordó que solamente la bancada de morena en la Cámara de Diputados votó en contra del gasolinazo.
Al final del debate, Oscar González lanzó un reto, documento en mano, para la revocación de mandato si a los 2 años, quien sea gobernador, no demuestra tener capacidad y honestidad, recibiendo únicamente la firma de Delfina Gómez.