EN LA MIRA *El tren de la 4-T

EN LA MIRA

*El tren de la 4-T

Manuel Guzmán

 

Hay quienes ya daban por hecho que el famoso Tren Interurbano México-Toluca ya no iba a concluirse, que era prácticamente un cadáver y un dinero tirado a la basura, pero el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, en su visita al Edoméx, particularmente al municipio de Valle de Bravo, dejó en claro que la obra sí será terminada, misma que fue iniciada en la administración de Enrique Peña Nieto y que ahora será llevada a su punto final, por parte del gobierno de la 4-T.

Sin embargo, la inversión se disparó, por lo que el primer mandatario afirmó que de los 30 mil millones de pesos que iba a costar originalmente, este tren que tendrá terminales en Observatorio, territorio de la CDMX y Zinacantepec, en el Estado de México, se dispara para implicar fondos por 90 mil millones de pesos.

Y en el ámbito de la relación con Estados Unidos y de la seguridad pública, AMLO señaló en la mañanera, que su gobierno no permitirá ninguna clase de acuerdo para la introducción de armamento procedente de territorio norteamericano, a México.

No hay que olvidar que la tristemente célebre operación “Rápido y Furioso,” levantó muchas suspicacias y cobardías, ya que nadie se atrevió a alzar la voz para protestar por esta intromisión en nuestro territorio, no hubo siquiera una nota diplomática por ello, ya que resultó que se introdujo a México un arsenal desde Estados Unidos, manejado por el gobierno de ese país y las armas terminaron en manos de la delincuencia organizada.

Mientras el presidente se refería a estos tópicos y confirmaba la presencia de la Guardia Nacional en territorio mexiquense, el gobernador Alfredo Del Mazo Maza, generó polémica una vez más, al presentar cifras que dan cuenta de la disminución de los índices delictivos en el Estado de México.

Habría que sopesar esa información, que es muy concreta y que puede ser real, con la percepción que hoy tienen los mexiquenses respecto a la inseguridad que hay en los municipios del Edoméx y aunque son dos cosas distintas, el ciudadano promedio, no se siente seguro y mientras no pueda decir que está tranquilo y que puede salir a la calle sin el riesgo de ser víctima de la delincuencia, quiere decir que todavía hay un largo trecho por avanzar.

 

Desafortunadamente, muchos hechos delictivos que han ocurrido en el Estado de México últimamente, han contribuido a que la población se sienta desprotegida, como en Tecámac y Ecatepec, donde se ha vuelto común que bajen a los pasajeros del transporte público, para que las unidades sean quemadas por presuntos integrantes del crimen organizado.

Hablando de temas polémicos, entre todos los atrasos que registra el Edoméx, se encuentra sin duda, el de los temas tabú como el del aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo, que han espantado a los legisladores locales, quienes se las han arreglado por años para no agarrar al toro por los cuernos.

Nuestros representantes populares deberían entender que no pueden estancarse en la prehistoria del prejuicio, porque no se les paga para complacer a sectores conservadores sino para proponer o modificar leyes. Mi cuestionamiento va directito y sin rodeos hacia aquellos que presumen ser de izquierda y a la hora de la hora, acaban siendo timoratos para tomar decisiones y debatir abiertamente sobre estos asuntos. Uno pensaría que ser de izquierda es tener pensamiento incluyente y de vanguardia.

De la derecha, uno no puede esperar más que lo que ya se sabe: sus vínculos y apapachos con organizaciones ultra conservadoras y con el clero católico, que pretenden regresar al ser humano a la edad media.

Pero ante la modernidad y los derechos que tienen las minorías, hasta el Partido Acción Nacional le tendrá que entrar al debate sobre estos dos temas, aunque en voz de su coordinador parlamentario, diputado Anuar Azar Figueroa, ha quedado claro que votarán en contra, porque como él mismo dice, “el matrimonio como tal no puede ser más que entre un hombre y una mujer.”

Como sea, hoy los legisladores mexiquenses tienen una oportunidad esencial de reivindicarse con la sociedad, abordando lo que han evadido por mucho tiempo y que no es asunto extraterrestre sino de terrícolas que deben hacer leyes más allá de sus propios prejuicios, pensando en el bien de todos los mexiquenses, independientemente de sexo, religión, orientación sexual o ideología política. Llegó la hora de sacudirse el conservadurismo y privilegiar respetar los derechos de la gente.