LA NORMA POLÍTICA   El reto del priísmo

LA NORMA POLÍTICA

 

El reto del priísmo

 

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene frente a sí el mayor reto de su existencia: sobrevivir y mantener el registro, pese a las condiciones adversas que enfrenta y particularmente, el rechazo manifiesto del electorado, que parece que en cuanto escucha de ese instituto político, se siente predispuesto a negarle tajantemente la posibilidad de darle el sufragio.

Y aunque en el Revolucionario Institucional soplan vientos de renovación con la llegada de Alejandro Moreno Cárdenas como dirigente nacional, los priístas no acaban de digerir que la confianza ciudadana ya no está con ellos y que tendrán que ser sumamente estratégicos para reposicionarse y ser verdaderamente competitivos en los comicios que tengan que enfrentar próximamente.

La presidenta del PRI en el Edoméx, Alejandra Del Moral Vela, le ha metido mucho interés a que la maquinaria de su partido esté bien aceitada, porque si bien en 2021 buscarán remontar y recuperar los espacios perdidos, la verdadera prueba de fuego será para ellos en 2023, cuando se renueve la gubernatura.

Y es que perder el gobierno mexiquense podría ser la estocada final para el tricolor, ya que nunca ha estado fuera de la administración estatal, pero en 2017 se llevó un serio susto, con el crecimiento exponencial de Morena y el apretado resultado con el que obtuvo una pírrica victoria con su entonces candidato Alfredo Del Mazo Maza, quien estuvo en un tris de ser derrotado por la abanderada de la izquierda, Delfina Gómez Álvarez.

El asunto es que el PRI no ha salido de la zona de riesgo y está en veremos la permanencia de ese instituto político al frente del gobierno del Edoméx, ya que Del Mazo, hasta donde ha trascendido, no está bien evaluado por la población mexiquense.

Los priístas están remando contra corriente y con la idea de no desaparecer en el escenario político nacional, han vivido un ejercicio inédito, al elegir los propios militantes a su presidente del comité ejecutivo nacional y en el Edoméx, al presidente de la Red de Jóvenes Por México, que hoy comanda Christian Quintana Muñoz.

El PRI se está desprendiendo de la piel que traía, quiere echar para afuera los lastres que le impiden recuperarse y es lo menos que debe intentar y no es que la inconforme y ahora ya ex priísta Ivonne Ortega Pacheco sea una pesimista sino que le asiste la razón al señalar que a ese partido le espera la extinción si continúa como va, sobre todo con viejas prácticas antidemocráticas como la compra de votos y toda clase de chanchullos en las urnas, para que el resultado le favorezca a algún personaje en específico. Al PRI sólo le aguarda un dilema: renovarse o morir.

En tanto, “Alito” Moreno, ya hizo nombramientos: designó a Graciela Ortiz González como Secretaria de Operación Política; a Javier Casique Zárate como Secretario de Acción Electoral; a Paloma Sánchez Ramos, como Secretaria de Comunicación Institucional; y a Lorena Piñón Rivera, como Secretaria de Gestión Social.

Además, nombró a Jonathan Márquez Godínez y a Roberto Serrano Altamirano, como Secretarios Adjuntos a la Presidencia y posteriormente a Mariano González Aguirre, como Secretario de Atención para los Estados en Oposición.

Mientras en el PRI trabajan para dejar de estar en el sótano, en el Partido Acción Nacional (PAN), particularmente en el municipio de Tlalnepantla, la maquinaria blanquiazul está siendo bien aceitada por los liderazgos que tienen muy claro que en unidad, es posible recuperar la fuerza que ese instituto político ha tenido históricamente y que en consecuencia, puede ganarse nuevamente las simpatías de los ciudadanos que le dieron en repetidas ocasiones su voto al PAN.

Los panistas de Tlalnepantla están impulsando que el albiceleste sea nuevamente un partido altamente competitivo en las contiendas electorales y que su estilo de gobernar, sea percibido como el más viable para dar respuesta a la gente a sus demandas y peticiones, haciendo la diferencia con otros partidos que no rebasan el nivel de la promesa incumplida o que ofrecen un cambio y ello implica en los hechos un retroceso.

Entre los que se encuentran con el overol puesto y que realizan una ardua labor partidista para que al próximo comité municipal y a quien habrá de encabezarlo, que es José Antonio Álvarez le vaya bien, se encuentran sumando y cerrando filas el décimo primer regidor Adrián Juárez Jiménez, al igual que la décima regidora Karen Zamarripa Quiñones.

Estos liderazgos que tiene hoy Acción Nacional en Tlalnepantla, representan el esfuerzo de panistas que tienen el arrastre dentro de su partido y que van con todo por el resurgimiento del PAN y por ello, luego de que se tejiera fino para alcanzar acuerdos políticos que derivaron en la candidatura de unidad de Toño Álvarez, están generando una cohesión interna que al panismo le ha hecho mucha falta, sobre todo en tiempos adversos cuando han dejado de ser gobierno.

Y es que no hay que olvidar las palabras de otro líder fundamental del PAN, como lo es el alcalde de Huixquilucan Enrique Vargas del Villar, quien ha dejado en claro que los ciudadanos le han cobrado factura al panismo, cuando al interior sus militantes se encuentran desunidos o lo que es peor, enfrentados entre sí.

A diferencia de ello, sentenció Enrique Vargas, cuando los panistas se unen y trabajan de la mano unos con otros, al PAN le va bien y la ciudadanía emite un veredicto favorable en las urnas a este instituto político. Esa es precisamente, la apuesta de Adrián Juárez y Karen Zamarripa, que la unidad sea el motor del panismo en la tierra de en medio y que todos los liderazgos y militantes, vayan caminando juntos con la próxima dirigencia municipal, para tener un partido fuerte, cohesionado y sobre todo, exitoso.

A propósito de Tlalnepantla, al que se le fueron a la yugular es al alcalde Raciel Pérez Cruz, ya que un grupo de manifestantes tuvieron la osadía de plantarse a las afuera de Palacio Nacional, para demandar su destitución, acusándolo de ser artífice de la corrupción en el gobierno de la tierra de en medio.

Los inconformes, desplegaron en plena Plaza de la Constitución lonas en las que ponen en tela de juicio la labor del presidente municipal y cuestionan que no ha sido capaz de sacar adelante a Tlalnepantla, en temas tan importantes como el de la seguridad pública, lanzando duras críticas a su administración, calificándolo como “inepto, ratero y represor.”

Pero el presidente municipal ni se inmuta ante los señalamientos mencionados y lejos de irritarse por ello, considera que los que acudieron a esa protesta, fueron “siete loquitos,” lo que en otras palabras significa que poco le preocupa lo que hayan hecho esos manifestantes debajo de donde despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Es evidente que por esas críticas ninguna autoridad va a destituir al alcalde de Tlalnepantla, pero también lo es que el verdadero objetivo de los inconformes fue exhibirlo en la plaza pública más importante del país, para desacreditarlo, precisamente a los ojos del titular del ejecutivo federal.