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Columna ENTRE LÍNEAS: Los responsables de la debacle priísta y panista

Columna ENTRE LÍNEAS:

Los responsables de la debacle priísta y panista

 

La elección del pasado 4 de junio se judicializa y los partidos de oposición tratarán de demostrar que en la jornada electoral se registraron anomalías que bien valen que los comicios donde triunfó el priísta Alfredo Del Mazo Maza, sean anulados y que se tenga que repetir la votación.

Independientemente de que no se antoja como algo seguro que ello ocurra, en el PRI deben reconocer que hubo fallas importantes en la operación política y que por lo menos en el Valle de México, el resultado adverso en las urnas tiene responsables directos.

No hay que olvidar que el tricolor había nombrado a sus “delegados especiales”, para que se encargaran precisamente de promover y captar el voto en los municipios en los que fueron designados, pero la gran mayoría entregaron pésimas cuentas y el Revolucionario Institucional sufrió descalabros que por poco dejan fuera a ese partido del poder en el Estado de México.

En el PRI siempre ha sido cuestionada la simulación como un vicio que por más esfuerzos que se realizan, no ha podido ser desterrado, ya que en sus filas hay políticos que dicen una cosa y hacen otra, prometen trabajar a fondo, pero el producto de su trabajo indica que no se entregaron a la encomienda que se les dio, ya que además de los delegados, se le encomendó a funcionarios estatales la responsabilidad de alguna región (en Ecatepec, al titular de Salud, en Coacalco, al de  Desarrollo Social, en Tlalnepantla, al de Educación) .

En Coacalco, por ejemplo, estuvo como delegado el ex alcalde de Cuautitlán Izcalli, Karim Carvallo Delfín, a suelo izcallense fue enviada la ex diputada federal Cristina Ruiz Sandoval; en Atizapán de Zaragoza, Jorge Arredondo; en Tlalnepantla operó el ex edil coacalquense Roberto Ruiz Moronatti; Jaime Castillo, en Naucalpan; Martín Sobreyra, Tultitlán; Texcoco, Juan Pedro García Martínez; Andrés Aguirre Romero, Nezahualcóyotl; Rosalba Gualito Castañeda, Cuautitlán;  Aarón Urbina Bedolla, Indalecio Ríos Velázquez y César Gómez Monge (actual secretario de Salud), Ecatepec y Tecámac.

¿Qué tienen en común estos políticos priístas? Que fueron incapaces de hacer ganar a su partido. No sólo eso, sino algo peor: su ineficacia e ineficiencia plenamente demostradas por el resultado de la elección, permitió que morena se posicionara ya como la primera fuerza política en el Valle de México.

En otras palabras, este núcleo de funcionarios y ex funcionarios, le abrieron las puertas de par en par en el Estado de México, al partido fundado por Andrés Manuel López Obrador y aunque su candidata Delfina Gómez Álvarez, quedó por poco margen debajo de Alfredo Del Mazo, lo cierto es que AMLO avanzó de manera significativa, ya que ahora tiene en el Edoméx un importante bastión, que le será fundamental para sus aspiraciones presidenciales.

Y por si esto fuera poco, también dejó en un sitio inmejorable a quienes vayan a ser los candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores, porque el Estado de México tendrá en 2018 que renovar las 125 alcaldías.

La elección destapó además, la simulación de los alcaldes emanados del tricolor, quienes se ufanaban de tener el control político de sus respectivos municipios, algo que la realidad echó por tierra, en demarcaciones tan importantes para el PRI –pero también para cualquier otro partido político-, como lo son Tlalnepantla de Baz y Ecatepec, donde la edil Denisse Ugalde Alegría e Indalecio Ríos Velázquez, pasaron de noche, en lugar de haber sido factor de motivación para el voto para el tricolor.

Por la misma ruta de permanecer en su zona de confort, estuvieron los alcaldes de Coacalco Erwin Castelán, de Tultitlán, Adán Barrón, de Cuautitlán Izcalli, Víctor Manuel Estrada, entre otros, quienes hicieron creer que su labor en los ayuntamientos sería el principal escudo y que  así de sencillo su partido se alzaría con la victoria a nivel de las localidades que gobiernan: nada más falso.

Lo curioso, es que se comenta en los círculos políticos que ahora los priístas que fueron derrotados en sus respectivos municipios, se justifican diciendo que pudo más el dinero que morena le invirtió a la elección que el que canalizó el tricolor, lo que genera duda, ya que hasta donde se sabe, al PRI, el partido más viejo en el país, es al que se le asignan más fondos, lo que difícilmente se podría comparar con morena, un instituto político que en Edoméx, participó, apenas, en su segunda elección. ¿Rodarán cabezas tricolores tras la debacle?

El caso es que el tricolor dejó perder 35 municipios en esta elección y aunque ganó en 90, es decir en la mayoría, el PRI retrocedió en la percepción ciudadana, que en el Valle de México lo observó como el partido por el que no había que votar, ya que en donde ha sido gobierno, no  ha respondido a las demandas de la población… ello hizo que morena se volviera la opción antisistema.

Caso aparte, es el del municipio de Nicolás Romero, donde el PRI sí logró el triunfo electoral, demarcación en la que el delegado especial fue Faustino Rojas y en la que contó el poder del ex alcalde Martín Sobreyra Peña, por lo que ha trascendido que la actual alcaldesa Angelina Carreño, anda con una sonrisa de oreja a oreja, sintiéndose “la mamá de los pollitos.”

Mientras tanto, las aguas se siguen moviendo y la agitación no concluye, porque la abanderada de morena Delfina Gómez, si bien anunció que se impugnará la elección del 4 de junio, actuará con plena responsabilidad y no llamará a movilizaciones en contra de lo que califica como un fraude electoral.

La maestra texcocana, esperará a que los recursos legales que se interpongan tomen su curso y ello, le abra la posibilidad de que sea reconocida como la vencedora de la contienda.

En tanto, el virtual ganador, Alfredo Del Mazo Maza, considera que lo del 4 de junio es asunto zanjado, porque la elección fue limpia, se actuó conforme a la ley, pero la oposición ahora clama por la anulación de los comicios, sólo para demostrar que no sabe perder y que no tiene la calidad moral como para aceptar su derrota.

El que ya eligió aliado para el 2018, es el presidente nacional de morena Andrés Manuel López Obrador, quien durante el Tercer Congreso Nacional Extraordinario de ese partido, dejó en claro que sólo se irá en coalición con el PT, no así con el PRD, ya que el Sol Azteca le ha servido de corifeo a “la mafia del poder”, lo que desató la ira de los perredistas.

Y el PAN no se quedó atrás, ya que su presidente en el Estado de México, Víctor Hugo Sondón Saavedra está más preocupado por ser candidato a la alcaldía de Tlalnepantla, que de  realizar un trabajo que se reflejara en una alta votación para su candidata Josefina Vázquez Mota.

Los grupos que debieron respaldar a Josefina no lo hicieron, se dispersaron cada uno por su lado, como el de Ulises Ramírez Núñez, el de Adrián Juárez, quienes cayeron al juego de la simulación y dejaron sola a la candidata panista.

En Naucalpan, esta fecunda labor en pro de Vázquez Mota se diluyó, ya que los panistas naucalpenses encabezados por el alcalde Edgar Olvera, sólo pudieron obtener una pírrica victoria en el distrito 29, mientras en Huixquilucan, pese al esfuerzo y liderazgo del alcalde panista Enrique Vargas del Villar, no fue posible obtener el triunfo para la causa de Acción Nacional.

En tanto, en Atizapán de Zaragoza, la alcaldesa Ana Balderas y su séquito de diputados que la acompañan -Román Cortés, Ingrid Shemelensky, Nélyda Mociños- y le rinden pleitesía, incluyendo al delegado panista Luis Luna, perdieron de forma abrumadora en lo que ha sido históricamente un bastión panista, porque nada supieron hacer para respaldar a Josefina, pero como gobierno, han decepcionado a la ciudadanía, que a lo largo de los años ha visto como constante la corrupción.

 

Ahora, tras la derrota vergonzosa, donde Josefina quedó en cuarto lugar, Sondón busca que el asunto se revierta con la anulación de la elección, pero antes que pensar en ello, el dirigente panista debería reflexionar sobre lo que se dejó de hacer antes y durante la campaña de Josefina Vázquez Mota, ya que se repitió la historia, no hay que olvidar que hace 6 años Luis Felipe Bravo Mena también fue abandonado por los que se supone, estaban al 100 con él.

 

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