LA CRECIENTE MAFIOCRACIA MEXICANA. Por Alfredo Oropeza
“Las elecciones de junio dieron lugar a una avalancha de delitos, para asegurar la protección política al narcotráfico, donde los cárteles de la droga han derramaron sangre, no solo para infiltrarse un poco más en el estado, sino también para gobernar con él.” Diario Le Monde.
El reconocido diario francés “Le Monde” publicó un artículo de Frédéric Saliba intitulado “México bajo el creciente dominio de la mafiocracia”, texto que describe ampliamente lo que se percibe desde otras latitudes sobre nuestro país y como el narcotráfico ha sido bien solapado en diversas regiones del país, gracias a la actitud complaciente y la política indolente del gobierno de López Obrador, en el combate al crimen organizado y los carteles de la droga.
El artículo en “Le Monde”, describe cómo el pasado proceso electoral en México ha sido el más violento y sangriento en la historia reciente, dado los múltiples asesinatos de candidatos y operadores políticos, en distintas regiones del país. Este hecho, sacó a luz cómo a través de la violencia el narcotráfico buscó influir en los resultados electorales: “los cárteles de la droga han blandido miedo y derramado sangre. Métodos que, sin embargo, son sólo la parte visible de la actual “narcopolítica” mexicana y cuyas redes en expansión dan al nuevo régimen un aire de “mafiocracia”.
Los datos son preocupantes, el pasado proceso electoral arrojó un total de 143 candidatos asesinados, desde el inicio del proceso electoral. La cantidad de cargos a disputar, entre ayuntamientos, diputaciones locales, federales y gubernaturas, explican el récord histórico en la avalancha de delitos, donde la constante fue la intervención de las bandas criminales y los cárteles del narcotráfico, para influir en los resultados electorales; desde la compra o coacción del voto, hasta la intimidación, agresiones físicas y asesinatos.
Tan sólo, la consultora Integralia contabilizó 239 ataques físicos a candidatos y equipos de campaña, en treinta de las treinta y dos entidades del país, y más de mil amenazas contra quienes fueron candidatos. Según Carlos Rubio, subdirector de esta.
Al final, las conclusiones de dicho artículo señalan el estrecho vinculo que hay entre la operación de las bandas criminales y los triunfos rotundos de Morena en aquellos estados donde predominan los grandes carteles, no menos favorecidos por la nueva política del actual gobierno de López Obrador, de “Abrazos no, Balazos”; principalmente, donde se asientan los carteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y los Beltrán Leyva.
Tan solo, no hay que olvidar las postales que ha impreso el propio López Obrador, con la liberación del Ovidio Guzmán, “El Chapito”, tras los acontecimientos del Culiacanazo en octubre de 2019 y la gran familiaridad con la que AMLO saludó de manera apresurada y afanosa a la mamá de Joaquín Guzmán “El Chapo”, en marzo de 2020.
Las sospechas en el artículo de “Le Monde” son fundadas, ya que un vínculo constante es la política pasiva y permisiva del gobierno de 4Ta., ante el actuar violento y sanguinario de las organizaciones criminales en México; aunado al hecho de que, durante el gobierno de López, no se ha realizado ningún aseguramiento importante de drogas, armas y, mucho menos, de algún cabecilla o pez gordo de los carteles mexicanos.
Con los datos que arroja la investigación periodística de Frédéric Saliba, explica porque no era de sorprender los amplios resultados obtenidos en favor de Morena y sus candidatos, en las elecciones desarrolladas en las Baja Californias, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Zacatecas, donde predomina el Cartel de Sinaloa; Colima, Michoacán y Campeche, bastiones del CJNG; y Guerrero, donde se asientan los Beltrán Leyva.
Así, tras las elecciones del pasado 6 de junio se avizora el asentamiento de una nueva “Mafiocracia” en distintos estados de la república y la convivencia del actual Estado mexicano con esta clase política emergente.