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  Lograr que ciudadanos emitan voto razonado  reto de candidatos al concluir  las campañas

 

Lograr que ciudadanos emitan voto razonado  reto de candidatos al concluir  las campañas

 

Manuel Guzmán

El fin de las actividades proselitistas con los consiguientes cierres de campaña de los abanderados a cargos de elección popular, debe pasar ahora al terreno de un sereno análisis por parte de los potenciales electores, respecto a las propuestas que los candidatos les presentaron para resolver los problemas más apremiantes como son: la seguridad pública, la calidad de las obras, los servicios, al igual que la educación, salud, recreación, empleo y apoyo a grupos vulnerables, etc.

Quienes fueron designados para representar a los institutos políticos en la contienda que desembocará en la votación del próximo 1 de julio, recorrieron las comunidades y a punta de intensas caminatas, llevaron sus planes de gobierno, mostraron a los ciudadanos los ejes rectores sobre los que pretenden trabajar ya como alcaldes o legisladores, y escucharon las necesidades, problemática e incluso inconformidades de la población, en una competencia donde sus contrincantes hicieron exactamente lo mismo, además de realizar todos las correspondientes estrategias de “aire”, para posicionarse en medios impresos, electrónicos, redes sociales y anuncios espectaculares.

El empuje de los candidatos a través de sus propuestas, deberá demostrar que articularon planes realizables y no meras quimeras, si lo llevaron a cabo bien eso es suficiente para que los electores las contrasten, las desglosen y definan con base en ello, cuál creen que es la mejor opción para otorgarle su confianza en las urnas.

De acuerdo con lo que establece la legislación vigente en materia electoral, una vez que finalizan las campañas viene el llamado “periodo de reflexión”, que es precisamente donde los empadronados comparan los diferentes proyectos políticos y observan también, la calidad de las personas que pretenden gobernarlos.

Sin embargo, lo fundamental radica en no dejarse llevar por el canto de las sirenas, porque los mecanismos para que el ciudadano sufrague sólo a partir de motivaciones subjetivas o agresivas, puede ser muy fácil, pero ello en nada contribuye a la consolidación de la democracia, ni a que al poder lleguen gobiernos comprometidos con la gente.

Mucho daño pueden causar los promotores de las campañas negras, dedicadas a desorientar, engañar y sembrar el miedo en los electores, todo por buscar evitar que se vote por el adversario, al que se descalifica y se intenta destruir su imagen pública, para que los sufragios cambien de dirección.

Bajo un criterio de esta naturaleza, la decisión del elector sería inducida por sentimientos de rechazo y hasta de odio, pero más allá de este universo negativo, se encuentra la libertad del ciudadano para sacar sus propias conclusiones, independientemente del bombardeo publicitario, común en las campañas.

La emisión de un voto razonado, tal y como lo promueve la autoridad electoral, es el marco idóneo para que sin presiones de ningún tipo, los electores echen mano de su propio interés, aspiraciones y necesidades, como motor básico que aunado a la información de las propuestas de los candidatos, constituye la herramienta para decidir por quién votar.

No hay que olvidar que se le podrán decir mil cosas a la gente, habrá incluso malos funcionarios que traten de intimidar a los servidores públicos con dejarlos sin trabajo si no apoyan a determinado abanderado, existirán burócratas que amaguen a la población con retirarle programas sociales si no les garantizan votar por alguien en particular, pero el hecho es que en la soledad de la mampara, donde nadie más puede entrar a marcar las boletas, es donde la ciudadanía habrá de plasmar su voluntad, con el respaldo de la secrecía del momento de ir a votar.

Por lo tanto, es necesario insistir, los ciudadanos pueden y deben asumir una reflexión serena, sin prisas, ajena a cualquier presión, para ejercer con toda libertad su derecho –y deber- de presentarse a las urnas el próximo 1 de julio.