***Columna ENTRE LÍNEAS: La cuenta regresiva
***Columna ENTRE LÍNEAS: La cuenta regresiva
Con el respaldo del alcalde de Naucalpan Edgar Armando Olvera Higuera y del dirigente estatal panista Víctor Hugo Sondón Saavedra, el aspirante del blanquiazul a la alcaldía de Tlalnepantla Alberto Díaz Trujillo, será ratificado como abanderado de la coalición PAN-PRD y Movimiento Ciudadano.
Beto Díaz, como es popularmente conocido el legislador local, ya con el camino libre, se alista para la batalla que se aproxima, donde el panorama no luce fácil para nadie, puesto que en la tierra de en medio quienes se medirán en la contienda por el ayuntamiento, parecen estar equilibrados en fuerza y posibilidades de obtener el triunfo.
Así las cosas, el joven diputado panista irá a una competencia que se antoja a tercios, e incluso, algunos mencionar que pudiera ser a cuartos, toda vez que hay nuevo jugador en el escenario político mexiquense, con la presencia del partido Vía Radical.
Alberto Díaz competirá contra un PRI menguado y que ha perdido empuje, desgastado en el ejercicio del gobierno –sobre todo a nivel nacional-, pero tendrá enfrente a la carta más fuerte del tricolor: Luis Manuel Orihuela Márquez.
Y es que el priísta cuenta con varias ventajas, tanto por el hecho de que es un hombre igualmente joven que el diputado panista y que tiene tablas como político, por lo que hará valer su experiencia y carisma, ya que se ha convertido prácticamente en el factor de unidad de los militantes del Revolucionario Institucional en la tierra de en medio.
En tanto, el crecimiento exponencial de Morena y el esperado efecto López Obrador, serán un valor agregado para Raciel Pérez Cruz, quien representará a ese instituto político en la lucha por la alcaldía tlalnepantlense, por lo que resulta absurdo escuchar comentarios de gente que dice no verle posibilidad alguna de alzarse en julio con la victorial electoral, cuando ésta no está nada distante para las huestes de AMLO.
Pese a las divergencias internas que se han suscitado entre morenistas en Tlalnepantla, como las inconformidades que sacó a la luz el empresario Israel Vergara Carballo, quien cuestionó la asamblea municipal y la calificó como un “cochinero,” lo cierto es que eso no restó al posicionamiento ni de su partido ni de su coordinador Raciel Pérez.
En tanto, aquellos que no ven una elección terciada en Tlalnepantla sino “a cuartos,” lo mencionan porque no puede desconocerse el hecho de que el empresario transportista Raúl Uribe Soria, ha venido sumando cada vez más ciudadanos a su causa y cobijado bajo las siglas de Vía Radical, podría dar el campanazo.
Y es que en el ánimo de los electores, siempre resulta atractivo apostarle a lo nuevo, tal vez no al 100 por ciento, pero sí dándole una oportunidad mediante el voto diferenciado.
No hay que olvidar que ese fue el éxito del partido Nueva Alianza, que cuando emergió para participar por primera ocasión en elecciones, le pidió a la población que le dieran “uno de tres”, refiriéndose a que de tres sufragios que emitieran, los apoyaran al menos con uno y ello fue totalmente exitoso.
En forma análoga, Vía Radical, el partido fundado por Irak Vargas, quien competirá por la alcaldía de Tultitlán, seguramente captará una votación que satisfaga sus propias expectativas, no sólo de conservar el registro, sino de ganar espacios en los cabildos, diputaciones y por qué no, por lo menos una alcaldía, de las 125 que hay en la entidad mexiquense.
Nadie la tiene segura en Tlalnepantla, porque esta elección dadas las circunstancias sociales y el momento político, pinta para cualquiera y nadie de los que vayan como candidatos regalará nada.
Lo mismo puede pasar en demarcaciones como Atizapán de Zaragoza, donde el gobernante partido Acción Nacional, con un reinado de 20 años, interrumpido sólo en una ocasión por un breve regreso del PRI al poder, tiene el 50 por ciento de posibilidades de refrendarse en la presidencia y que se pueda reelegir la alcaldesa Ana Balderas.
Pero el 50 restante es la incertidumbre que resulta de que también en ese municipio se registra un desgaste del gobierno, a lo que se suma que la estrepitosa derrota de Josefina Vázquez Mota en 2017 en nada abona a la causa blanquiazul.
Y también la elección podría ser a cuartos, debido a que unos aspirantes traen un importante respaldo y cuentan con estructura que los puede catapultar, como es el caso del ex alcalde Pedro Rodríguez Villegas, quien tiene arraigo en Atizapán, por la labor del Consejo Cívico con el que ha apoyado a vecinos de diversas comunidades.
Y aunque Rodríguez Villegas competirá por un Partido Verde que en las últimas elecciones ha sido rémora del PRI, la ciudadanía atizapense no verá tanto al partido sino al candidato, al que conoce bien y que ya gobernó el municipio.
Tampoco puede descartarse a Ruth Olvera Nieto, que al igual que Raciel Pérez, trae a su favor el impacto de la candidatura de López Obrador y la fortaleza de Morena, como el único partido que se ha vuelto depositario del hartazgo social y del deseo ferviente de un cambio.
De ganar la elección, Ruth Olvera no llegará a la alcaldía de Atizapán como una improvisada, toda vez que ya fue presidenta municipal de Tlalnepantla, donde realizó obras viales que cambiaron ese municipio, mismo que a partir de su administración pudo contar con una moderna infraestructura urbana y puentes vehiculares que contribuyeron a resolver añejos problemas de tránsito.
El PRI competirá con Enrique Geyne, presidente de la asociación civil UNIMAC, quien aunque no es un personaje demasiado conocido en Atizapán, representa la frescura de un abanderado joven, dinámico y con altura de miras, que será respaldado por la maquinaria tricolor, que ansía recuperar el gobierno del que Acción Nacional parece haberse adueñado sin encontrar gran resistencia.
Prácticamente la cuenta regresiva está en marcha, porque el periodo de intercampañas se irá como agua entre las manos y darán inicio las actividades de proselitismo, en una elección considerada por la mayoría de los analistas políticos como histórica.
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En el municipio de La Paz, la priísta Yezabel Azucena Elizalde Rosas, advirtió que llegará hasta las últimas consecuencias para que respeten sus derechos fundamentales de ser votada para las elecciones a la Presidencia Municipal.
La militantes priista dijo que en días pasados interpuso un juicio para la protección de sus derechos político-electorales como ciudadana ante la autoridad electoral jurisdiccional del Estado de México, ante la negativa de la Comisión Municipal de Procesos Internos del tricolor en el municipio de La Paz para otorgarle el registro como precandidata a la presidencia municipal.
Y denunció que dicho órgano partidista se condujo de manera parcial y no cumplió con su función que era la de garantizar un proceso interno equitativo para todas y todos los que participamos en este proceso de elección interno, agraviándome en lo particular.
Lo que sí resulta preocupante es que a partir de que decidió participar en este proceso de elección, recibió amenazas por parte de varios militantes del tricolor, identificados por ella como quienes no quieren que llegue un cambio al municipio de La Paz.