Columna… Por Alfredo Oropeza LA INDOMABLE PANDEMIA DE COVID-19.

Después de seis meses del inicio de las jornadas de sana distancia e implementación del semáforo epidemiológico, para la prevención del contagio de covid-19 en México, las políticas sanitarias implementadas por el Gobierno de 4Ta. no muestran un avance real y, al contrario, en esta semana 42 muestran un retroceso.

México se ha estancado en el combate a la propagación del Coronavirus y el Gobierno de López ha fracasado en sus precarios esfuerzos de contener la pandemia, en una estrategia mediocre de echarle la responsabilidad a la población y, como Pilatos, lavarse las manos en asumir una estrategia realista y científicamente efectiva.

Con tal de ahorrarse millones de pesos –que de ninguna manera desea distraer el Presidente de sus proyectos caprichosos– se ha implementado un modelo austero y de 4Ta., de cuya autoría es responsable el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Modelo que ha exhibido las versiones engañosas de ambos “López”, de que “la pandemia se estaba domando” y que el modelo implementado por ellos estaba siendo un “ejemplo para el mundo”.

Así, el nuevo ajuste al semáforo epidemiológico, a partir de octubre, fue dado a conocer el pasado fin de semana y muestra un retroceso en el combate a los contagios de Covid-19, en nuestro país.

De acuerdo con Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud, siete estados retrocedieron de semáforo amarillo a naranja, por el alto riesgo de contagio. Sólo una entidad permanece en color verde, mientras que 14 permanecerán en semáforo amarillo.

Las entidades que pasaron de riesgo medio (color amarillo) a riesgo medio-alto (color naranja), son: Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Aguascalientes, Querétaro y Oaxaca ; que se sumaran a los estados que permanecen en naranja, que son: Nuevo León, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Colima, Ciudad de México, Guerrero, Estado de México, Hidalgo y Yucatán.

Al corte de ayer, en México se han confirmado 817,503 contagios acumulados de coronavirus, pero únicamente 25,932 han sido considerados como activos; es decir, son personas que han presentado la sintomatología de la enfermedad durante los últimos 14 días.

Lamentablemente, los casos de fallecimiento a causa del virus suman a 83,507 personas. De las cuales, 36 % son mujeres, mientras que el 64 % restante son hombres. Por otra parte, el 89% de los decesos se dieron en un hospital y el 11% restante, sucedieron fuera de los nosocomios.

Ante la segunda ola de contagios de coronavirus en los países europeos, las alarmas en México se encienden por la posibilidad de sufrir este mismo efecto. Para empeorar las cosas, la temporada de influenza representa otro riesgo para la población, pues está comprobado que una persona puede padecer tanto H1N1 y Covid-19 al mismo tiempo, lo que eleva las complicaciones de salud.

Por ello, el retroceso de los siete estados, de semáforo amarillo a naranja, que suman un total de 17 estados en esa fase de alerta, es el indicativo de que la estrategia implementada por los “López” no va por el camino correcto, sino todo lo contrario.

A 52 días de haber superado la “cifra catastrófica” de las 60,000 muertes –establecida por el propio López-Gatell, para considerar a la pandemia en un nivel “catastrófico” y como indicativo de que las políticas implementadas habrían fracasado–, hoy el Subsecretario de Salud se dice satisfecho “por cumplir las expectativas del Presidente, que no son las de un solo hombre, sino de todo un pueblo”. Pueblo, al que están dejando morir a su suerte con su soberbia indolente.

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