***ENTRE LÍNEAS: El precio del remordimiento

***ENTRE LÍNEAS: El precio del remordimiento

El que anda con remordimiento de conciencia, es el titular de la Secretaría de Movilidad del Estado de México, Raymundo Martínez Carbajal, quien ante el incremento autorizado de 2 pesos más al pasaje mínimo, que pasó de 10 a 12 pesos, le pide a los operadores de las unidades del transporte público “no maltratar” a los usuarios, en particular, a aquellos que no cuenten en su momento con los 12 pesos por el puro hecho de abordar ya sea vagonetas, microbuses o camiones.

El secretario Martínez Carbajal, como que no anda durmiendo del todo bien y este asunto le quita el sueño, porque la reacción de la población mexiquense, ha sido de rechazo al aumento y más, porque además de que golpea su economía familiar, es una mentira más, que el servicio será notablemente mejorado gracias al incremento.

Parece que a Don Raymundo le andan temblando las piernitas, porque en cuanto las unidades porten las nuevas pirámides tarifarias, ya no habrá marcha atrás y el enojo de la gente por esto que considera como un abuso, podría dispararse en diferentes puntos del Estado de México.

El que tuvo los pantalones para ofrecer una disculpa pública, fue el alcalde de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, luego del enfrentamiento entre manifestantes y policías, justo en la zona de las instalaciones de la Secretaría de Movilidad, done los inconformes fueron agredidos por uniformados municipales, cuando protestaban contra el aumento de las tarifas del transporte pública en el Edoméx.

El edil morenista reconoció que hubo fallas en la forma de actuar de algunos elementos municipales, que les valió gorro seguir el protocolo establecido para liberar una vialidad tan importante como es la Vía Gustavo Baz, ya que en lugar de diálogo, hubo represión.

Y es que el munícipe, dejó en claro que su gobierno es empático con esa clase de movimientos, porque como recordó, su propia administración es resultado de las movilizaciones ciudadanas que tomaron las calles.

A pesar de que han pasado ya más de dos décadas desde que se comenzaron a realizar trabajos para el saneamiento del Lago de Guadalupe, lo cierto es que poco se ha avanzado y es que en ese embalse han muerto tanto peces como patos, una situación que afecta el equilibrio ambiental y a los habitantes de Cuautitlán Izcalli, Atizapán y Nicolás Romero, principalmente.

La presa artificial se ha visto invadida en varias ocasiones por el lirio acuático, pero el problema de fondo no es ese, sino las descargas de aguas residuales que llegan a ese lugar y que lo convierten en un enorme estanque de aguas negras.

Hasta donde se sabe, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), ya está tomando muestras para establecer la estrategia a seguir y que ese cuerpo de agua, que ha captado la atención de miles de turistas no sólo de esos municipios sino también de la capital del país, pueda tener una solución a la grave contaminación que hoy enfrenta.

Al esfuerzo institucional de la CONAGUA, se han sumado los alcaldes de Izcalli, Ricardo Núñez, de Nicolás Romero, Armando Navarrete y la edil de Atizapán, Ruth Olvera, al igual que los organismos de agua de esas demarcaciones, OPERAGUA, SAPASNIR y SAPASA.

Ha trascendido que incluso, se contactará a la embajada de Canadá, para ver de qué manera el gobierno del país de la hoja de maple puede apoyar al saneamiento del lago, puesto que es un sitio al que llegan aves procedentes de esa nación.